lunes, 11 de febrero de 2013

mi mal y mi bien




Realmente hoy no sé de qué escribir exactamente, hace... unas horas, puede que haya escrito algo la mar de triste, como si hubiera habido alguna despedida, como si n pudiera alcanzar lo que estuvo en mis manos, y que aun está. Hubiera escrito sobre un amor alcanzado que a la distancia se puede ver como aun inalcanzable. Es impresionante las vueltas que puede dar la mente, las vueltas que pueden dar tu cabeza, las mil y una sonrisas que te hace sacar y las mil y una circunstancias que te puede sacar para llorar. 

Realmente, eres tú tu propio enemigo, y tu mejor amigo. Eres la única persona que sabe darte en tu punto más bajo, la persona que puede derrotarte, la persona que puede destruirte por dentro, la persona que puede sacar trapos sucios para derribarte desde lo alto de un iceberg. Eres tu propia pesadilla en esos días de penumbras. De oscuridad, de lágrima pura, de total desorden de tus sentimientos, pensamientos, emociones. 

Pero en cambio, en esos días de supuesta alegría, eres tu mejor amigo, tu mayor apoyo, eres el "tranquilo, todo va a salir bien", tú eres tu propio hombro en el que llorar, eres la persona que puede hacerte pasar por momentos que has vivido y poder volver a sonreír o descojonarte con solo un segundo contigo mismo, eres la persona que te hace reír a veces con tus propios chistes interiores, con las cosas que piensas sobre los demás, eres tu mejor amigo para criticar o para opinar bien o mal a los demás, eres tu propio confesionario. Eres esa persona que te hace recordar cuanto puedes llegar a querer a los demás, a tu pareja, a tus amigos o amigas, a tus padres, tu familia. Eres la persona que te machaca por todo, o la que hace que pases de todo también, eres la persona que le da importancia a las cosas, o que se las quita. Eres la persona que se invita a muchos sitios, con tal de dejar de hacer algo aburrido y auto invitarte a pasarlo bien. 

Tú, eres esa persona de mala influencia, y de buena influencia a la vez. Realmente, una vez más, eres la persona que tiene que enseñarte a hacer lo debido, o a hacer lo indebido. Eres la persona que te hace cometer locuras, o la que te dice que no lo hagas, que no va a salir bien y aun así, te incita a hacerlo con una sonrisa malévica.

Eres la persona más especial que tienes, aunque muchas veces la odies, odies ese tú interno por miles de motivos, pero más bien por cosas que no han estado bien hechas. Y esa a la que adoras cuando te sale bien algo, o cuando te crees una especialista en algo que a lo mejor los demás lo son, pero que te ves única en eso que haces. Que tienes un don. 

Y sí, yo soy así, esa persona que se odia y se quiere al mismo tiempo, que me puedo querer matar, o la que cuando se cabrea se desahoga haciéndose daño a si misma para poder quedarse quieta, la que se come por dentro queriendo reventar y gritar como si no hubiera mundo que me escuchara. Y soy la que más me puede hacer reír en un espejo, con pensamientos, con metáforas, con chistes totalmente malos, pero que me hacen gracia, la que se mira al espejo muchas de las veces y dice: que guapa eres. O la que se mira y dice: necesito cambiar. 

Soy mala para mi, y a la vez, sin mí, no soy nadie. 









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