domingo, 16 de junio de 2013

Sensaciones profundas y contradecidas

Siempre empiezo a escribir diciendo lo mismo... Es increíble... Me encanta... Gracias por... y muchas formas de empezar iguales, o similares, y hoy, quiero empezarlo de otra manera.
Mis sentimientos, mi carácter cada día va desarrollándose aún más, muchas veces para bien, y mayormente para mal. Nunca creí ser de esta forma, ni creí tampoco sentir esto. 
Ahora sí. 
Es increíble como puede cambiar una persona por los momentos que pasa, por las cosas que se come, por las que no. Por permitir más de una cosa, y por dejar de permitir muchas otras. Porque nunca estamos satisfechos con nada, siempre estamos contradiciéndonos como seres humanos que somos.
Me encanta saber que todo el cambio puede ser por esa persona que hace sacar de mí lo bueno, lo mejor, lo que se gana día tras día con cada detalle y sin él. Por otro lado, depende de como lo miremos, si para bien o para mal, saca también ese lado maléfico, ese lado oscuro, ese lado de pesimismo que todos deseamos no tener nunca. Hasta que te enamoras, y todo se vuelve en tu contra de una manera en la cual te absorbe haciéndote presa de la ira, de la rabia, de los celos, y de muchos sentimientos y emociones que todos pueden saber. Pero tampoco es tan malo, podemos dar a ver lo tan importante que es esa persona que no quieres que te la toquen. Tampoco al extremo de posesividad, pero tampoco del pasotismo.
Los seres humanos, somos personas tan complicadas, todo lo complicamos con pensamientos. Muchas veces solo eso, con pensamientos que no son realidad. 
Pero hoy por hoy, me doy cuenta que hay un punto en el que de tanto querer a alguien, quieres se como su ángel de la guarda y que nadie le haga daño, o su caballero al cual no le gusta que se le acerquen a su dama. Quieres ser ese príncipe azul, verde, rojo o trasparente, ese príncipe del color que lo quiera tu princesa, para poder demostrar tus mejores talentos y poder enamorarla con lo mejor de ti. Aunque, a eso nos han acostumbrado desde pequeños  tenemos un ideal equivocado, porque ni el bueno es tan bueno, ni el malo es tan malo, y se debe enamorar con las imperfecciones, como con tu mal carácter que llega al punto de hacer gracia. Por ese tic al dormir que haces que los demás se despierten, por esa manía que es tan predecible, por esas ralles sin motivos que se te crean, y que con el puedes hacer hasta una novela. Y es que es así, se tienen que enamorar de mis imperfecciones tontas, estúpidas y a las risas que ocasionarán más de una vez, como yo me enamoro de las imperfecciones tan perfectas de la persona en la cual hoy por hoy estoy enamorada.
Hoy por hoy, me conoce más que yo misma. Hoy por hoy...

"Ámame aunque el momento no lo merezca"

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