martes, 11 de diciembre de 2012

< Not Status >

- Esta vez, no sé como empezar, me he perdido en un mundo de palabras, pero no exactamente de las más positivas... Espero encontrar palabras exactas a este momento.

  • ¿Has estado alguna vez de una manera, < Sin estado >?. Bueno, no lo recomiendo tampoco. 
  • ¿Has tenido alguna vez esa sensación de estar pendiendo de un hilo, de una tabla que su fin es caer en el más oscuro y profundo pozo. O la sensación de estar encerrada en una caja, bajo tierra, sin poder salir. Esa impotencia. O en el más hondo de los mares, sin tener aire para respirar?
  • Bueno, seguro que sí.
  • ¿Has tenido seguro también la sensación de que vas llegando a la meta y te quedas sin fuerzas, intentas correr más fuerte, pero hay algo que te lo impide? ...
  • ¿Has tenido esa sensación de que tienes el mundo a tus pies, y con un paso, lo mandas a tomar por saco?
  • ¿Has tenido esa sensación de ver todo como un objetivo a derribar?
  • ¿Has tenido esa sensación de que... con unas palabras, puedan hacerte sentir que te clavan una estaca en el corazón, sí... como cualquier humano a vampiro, la sensación de tal "monstruo"?
Seguro que sí, no somos tan distintos.
Muchas veces, solo me puede calmar escuchar algo de música, ponerme a comer chocolate, y todo eso que puedes hacer cuando estás triste. 

Y hoy es uno de esos días.
También puede consolarte el hablar con alguien, el arreglar las cosas, el acostarte en el sillón mirando para el techo y pensando cada cosa que quiera pasarse por tu mente. Realmente las funciones de tal se han quedado... en Pause, por unos momentos. Así que te van pasando imágenes tras imágenes sin pararlas, en cámara lenta como tal película que hayas visto. 
Tu mente está en un atajo de recuerdos, de momentos. Algunos pasan calle arriba, otros calle abajo. Hacia la derecha, hacia la izquierda. 
Sigues mirando para el techo, sin un movimiento si quiera. Estirada, cogiéndote toda la cama o sillón, durante un rato. Hasta que PLAF, vuelves a la normalidad, parpadeas, miras a tu al rededor, estás sola, no hay nadie que pueda escucharte. Chillas, le das a lo que se encuentre por delante, pero con moderación, claro está. Pones la música que... realmente estabas escuchando inconscientemente en tu cabeza, esa que acompañaba a tu gran película montada. 
Decides que se te quede la mente en blanco, que no sientas nada, ni una estaca ni una pluma que acaricie tu corazón. Decides que quieres borrar el lugar donde estás, que sea todo un cuadro blanco. Donde puedes pintarlo a tu manera, y sentir el olor del color que cojas, sentir la textura, sentir su tranquilidad. Pero hay un problema, tu mente. Se pone en marcha, osea... tu plan PLOF, se ha echado a perder. Aunque sabías perfectamente que... tus decisiones no se iban a cumplir. 
Y recuerdas de nuevo esa tristeza, te invade, tocas fondo una vez más. Ahora acompañada de aquella música y de aquellos recuerdos.  Y no solo recuerdos, ahora te invaden momentos que quieres hacer en un futuro, y te invade otro sentimiento, el miedo. Miedo a no poder cumplir todo lo que has estado soñando y preparando para seguir pasando. Esos capítulos que has montado en tu cabeza con ayuda del corazón.
Cambias de emisora. Sigue sonando las canciones que te componen en este momento. Sigues cambiando, pero nada, no tiene sentido que lo intentes. Seguirán sonando quieras o no, hasta que cambies.






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