Si subes, será con destino a la felicidad. En ese lugar donde no se puede estar triste. Donde tienes qe estar a cada rato sonriendo o bueno... yo me ocuparé de que lo hagas. Es un lugar donde existirá un tú y un yo. Donde solo tienes que imaginarte un lugar para estar en el. Donde todo irá acompañado de alguna que otra canción para la ocasión. Donde desearás mil cosas que a lo mejor no te podré dar, pero intentaré que no te falte de nada, por lo menos mi cariño. En ese viaje iremos por ciudades que solo podremos visitar nosotros. Estarás obligado a oirme decirte que te quiero, obligado a soportar mis labios un par de segundos a dos milimetros de tu boca. Soportar que te toque sin tocarte, a sentirme tan cerca que no quisieras que acabase ese momento. Soportar un par de miradas que a lo mejor te atraviesan entero, esas miradas que dicen más de lo que las palabras pudieran decir. Bueno, en realidad tú decides soportarlo o no, nunca estarás obligado a nada.
Faltan algunas cosas que añadir, pero no quiero que te eches atrás para este viaje, así que solo quiero que imagines una parte del viaje conmigo.
Imaginate sentados en un pequeño hueco del tren, donde solo se ve el horizonte donde el sol va escondiendose tras el mar o una simple montaña, un mar de nubes. Pasan un par de minutos y se ven esas pequeñas, medianas y grandes estrellas. La gran luna iluminando todo el cielo, el camino, las vías... Todo está oscuro, estamos mirando el cielo tapados con una pequeña manta que hace que tengamos que juntarnos más, que tengas que pegarte a mi para poder coger un poco de calor. Hace bastante frío.
Hacemos un par de bromas de las estrellas, nos metemos el uno con el otro haciendo así que un empujón le quite a uno de los dos la manta y volver a sentir como te acercas y me rozas como si fuera la primera vez para taparte.Estás sonriendo y me haces sonreir a mi.. eso hace que te mire con dulzura.
Un pelo sobresale y con mucho cuidado... dulzura... lentamente lo aparto de tu cara. No puedo dejar de mirar tus labios con esas ansias de rozarlos, de sentirlos. Veo que tú también miras los mios... me sube una cosa por el estómago. Mis manos responden al impulso mandado y te acarician la cara y bajan por tu cuello. Todo con sentimiento. Mis manos ahora te rodean haciendo que te acerques más a mi, que estemos tan cerca el uno del otro que no exista tren, que no existan caminos. Pero acompañados de esa preciosa luna y cuelo oscuro. Imaginate ese momento, ¿No tienes ganas de que se cumpla?.
Cada día que vaya pasando en ese tren hasta llegar a nuestro último destino será especial. Lo prometo. Si lo prometo lo cumplo, y encantada que estaré de ello.
- Quiero prometerte que no te arrepentirás de coger ese tren, o a lo mejor sí, pero disfrutarás del camino.
- Quiero prometerte que cumpliré cada promesa que prometa, porque sé que de ello no me arrepentiré.
- Prometo que no cumpliré las cosas por simples promesas que tenga que cumplir, si no por así sentirlo y que no sea carga alguna.
- Prometo quererte todos los días con locura.
- Prometo tratarte de la manera más especial que exista. Pero no prometo no tener algún día gris.
- No puedo prometerte un "felices por siempre" o un simple "siempre" porque todo lo que empieza se acaba. Pero nosotros ponemos el final a esta bonita história ese final lejano. Estamos comenzando.
Podría prometerte hasta el universo, si así hiciera que te quedaras conmigo.
En este tren solo hay dos asientos, espero que desees ocuparlo a mi lado.
Aquí guardo tu pasaporte, ven a por el y a por el viaje de nuestros sueños.
- Déjame cuidarte, mimarte... quererte eternamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario